POR LO MENOS NO SE VOLVIÓ CON LAS MANOS VACÍAS

Por lo menos se trajo algo. Como había ocurrido en la segunda fecha ante Español, Defensores Unidos volvió a tener una sensación agridulce cuando el árbitro Leandro Rey Hilfer dio la señal de la finalización del partido y decretó el empate 0 a 0 ante Central Córdoba. Es cierto que desde lo numérico, CADU logró algo histórico como fue cortar una racha negativa de 16 derrotas consecutivas visitando a este rival. Pero dentro de la cancha, la realidad fue otra. Más allá que el marcador fue justo, ya que ambos dividieron errores y distracciones, también dio la sensación que CADU dejó pasar una buena chance de acercarse a la cima del torneo. Principalmente porque el elenco de De Giuli tenía más recursos que un rival con mucha juventud, pero con poca claridad. Algo que también le faltó a Defensores. Es que el “celeste” no fue el mismo de los partidos anteriores. Esta vez la mitad de cancha no pesó. Ni Smargiassi, ni Fredes tuvieron preponderancia para adueñarse del “duelo” medio y mucho menos para ser los iniciados de un juego asociado. Así a CADU le costó generar situaciones de peligro. Principalmente en la primera mitad, donde se buscó muy poco a Martín Giménez y donde lo mejor estuvo en la pelota parada. Allí CADU generó algo de peligro con los centros de Pastor e Italiani y los cabezazos de Madeo o Montenegro.
No obstante el dominio del partido fue repartido. Es que el arranque favoreció al conjunto de Osvaldo Diez, gracias a las intervenciones de Armani, quien fue el referente de peligro para una última línea “celeste” que volvió a tener distracciones importantes para marcar la pelota parada. La diferencia fue que en esta oportunidad Fasanella que mostró el nivel que se espera de él y fue sin dudas una de los puntos más altos de la noche. Después ambos continuaron imprecisos a la hora de los pases y se prestaban la pelota y el protagonismo constantemente.
En el arranque del complemento, ambos tuvieron la chance para abrir el marcador. Primero la tuvo CADU con un remate de Italiani (tras un corner) que contuvo bien el arquero local, luego con una aparición de Pereyra, donde Fasanella salvó el arco “celeste”. Con el correr de los minutos el partido se iba desluciendo. Central Córdoba mostraba dudas en sus dos marcadores centrales, pero CADU no estaba atento para aprovechar esas fallas. De Giuli empezó a meter variantes para buscar la victoria. Así ingresaron Matías Giménez, Juan Pablo Peralta y Aversa. Pero lo mejor de CADU volvió a estar en Pastor. Entre aciertos y errores, el delantero fue lo más desequilibrante y fue la esperanza para romper el cero. Tuvo algunas situaciones que las definió mal a la hora de dar el último pase, pero hubo una donde hizo todo bien y le dejó el gol servido a Peralta, aunque el ex Almagro hizo un movimiento raro y no definió como debía. Sobre el cierre el local también tuvo la posibilidad de quedarse con la victoria, luego de una gran habi-litación de Armani a Taborda, quien remató pero la pelota pegó en el palo. Ahí, todo quedó sentenciado de que la fortuna no iba a ser aliada del gol. Así, ambos tuvieron que conformarse con dividir unidades y no irse con las manos vacías. Algo que para este CADU parece poco porque tenía con que ganar. Pero como dice el refrán, cuando no se puede ganar no hay que perder. Y eso CADU lo entendió y por lo menos se llevó un punto. Algo que quedará en la historia, pero que cobrará más valor si el lunes el “celeste” logra volver al triunfo.

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