CADU volvió a sonreir de los pies de Giménez

De todas maneras, lo más valioso pasó por lo ocurrido en Villa Fox, donde el elenco de De Giuli dio muestra de actitud y a base de mucha entrega se sacó de encima a un rival durísimo como Talleres, al vencerlo por 1 a 0. Es cierto que esta vez la fortuna le jugó una buena pasada al elenco zarateño (ya que el visitante tuvo oportunidades claras para marcar), pero Talleres no contó con ese “comodín” que tiene CADU y que se llama Martín Giménez. Nuevamente el joven jugador surgido de las inferiores de CADU ratificó su tremendo momento y con un golazo a lo “Messi” le terminó dando el triunfo al “celeste”.
Desde el arranque del partido, CADU mostró ambición para buscar la victoria. Y eso se debió a que dominó el medio campo, gracias a la dupla de Matías Giménez y Smargiassi. De todas maneras, al conjunto “celeste” le faltó profundidad en la primera etapa. O mejor dicho probar más al arco. Cosa que si hizo Talleres, que si bien tuvo menos posesión de pelota tuvo las ocasiones más importantes, con los remates de Britos (uno que reventó el travesaño y otro que sacó de manera espectacular Fasanella al corner). Más allá de la movilidad de Gutiérrez o de la velocidad de Giménez, CADU volvió a estar falto de juego colectivo y eso a la hora de lastimar a un rival tan ordenado como Talleres, fue importante. Es cierto que el elenco de De Giuli pudo tener un penal a favor sobre Amado, que el polémico Benítez no vió o miró hacia otro lado y por ende no sancionó. De todas maneras, los 45 minutos iniciales transcurrieron con mucho idea y vuelta, bastante intensidad física de ambos, pero poco fútbol.
No obstante, en el complemento el partido fue otro. De entrada CADU tuvo una chance con Martín Giménez que tapó Granero. Pero lo que cambió el pleito fue la infantil expulsión de Orfila, que dejó al visitante desequilibrado en la mitad de cancha y le permitió a CADU llegó con más profundida. A los 11 minutos, Parodi tuvo la apertura del marcador pero su remate fue “mordido” y se fue rozando el palo. Igualmente el desahogo “celeste” llegó enseguida, cuando Martín Giménez dejó a dos hombres en el camino, enganchó hacia el medio (dejando a un tercero) y definiendo contra el palo, para concretar un golazo y desatar la alegría en Villa Fox. Con el 1 a 0, CADU tuvo varias oportunidades para liquidarlo de contragolpe. De todas ma-neras, Talleres también las tuvo y fueron más claras. Y los ejemplos claros llegaron con la mala definición de Brunetti, cuando ya había dejado en el camino a Fasanella y finalmente con el remate de Gentinetta, que dio en el palo. En definitiva, CADU tuvo algo de la fortuna que le estaba falta. Pero también tuvo a un genial Martín Gimenez, que le terminó dando la alegría del triunfo.

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