CADU TUVO UN DEBUT REDONDO EN LA COPA

Era una apuesta arriesgada, peligrosa. Con la idea de preservar a varios jugadores para enfrentar a Italiano, De Giuli había dispuesto 8 cambios para el debut en la Copa Argentina, donde se jugaba mucho más que el pasaje a la tercera ronda de la fase Metropolitana. Sin embargo, la jugada le salió bien al “Tano”. Bastante bien, perfecta se podría decir. Primero, porque logró lo principal, que era ganar. Segundo, porque consiguió despejar los fantasmas que había dejado la derrota ante Ituzaingó y recuperar la confianza en varios jugadores como Pastor. Y tercero, porque se vieron otros jugadores que no estaban tenidos en cuenta que ayer demostraron que pueden tener minutos y ser variantes importantes para este CADU. Por todo esto, la victoria ante Atlas por 2 a 0, dejó un saldo muy positivo para Defensores.
Esta vez, Defensores jugó como pretende De Giuli y la gente. Siendo un equipo simple y profundo a la hora de atacar, más sólido y ordenado atrás. Es cierto que la falta de ideas y de recursos del rival ayudaron a todo esto. De todas maneras, CADU mostró otra imagen desde el juego, algo que se venía reclamando desde hace varios partidos.
Si bien los primeros 10 minutos del partido, mostraron a un Atlas más firme y seguro a la hora de manejar la pelota con Marecos y Leguiza, enseguida la historia empezó a revertirse. Y eso fue gracias a la buena triangulación que hacían Italiani, Pastor y Marín Giménez de mitad de cancha hacia delante. Con mucha velocidad y movilidad, los tres se presentaban como una amenaza para el fondo local. El primer aviso lo dieron a los 12 minutos, con una gran escapada de Italiani, que terminó con un remate de Giménez que se fue muy cerca.
Sin embargo, en la segunda jugada profunda que hilvanaron, no perdonaron. Es que a los 16 minutos, CADU congenió una triangulación perfecta que se inició en los pies de Pastor, que siguió con la habilitación a Giménez y que terminó con la apertura hacia Italiani, quien definió cruzado poniendo el 1 a 0.
Así de simple, con tres toques, CADU desequilibraba arriba y desnudaba las falencias defensivas de un Atlas, que luchaba para soportar el juego aéreo de Parodi, pero no lograba controlar los desequilibrios por las bandas.
Con el resultado adverso, el local intentó salir en busca de la igualdad, pero se encontró con un Madeo que ratificó su condición de líder y encima con la buena producción de Algañaraz que le demostró a De Giuli que está para pelear un puesto. Encima en las pocas situaciones que pudo llegar con peligro, con los remates de González, Gambetta se mostró seguro y oportuno, dejándole a De Giuli el mismo mensaje de que está para ser tenido en cuenta.
De todas maneras, CADU no se conformó con la ventaja inicial y fue por más. Y la segunda alegría no tardó en llegar. Es que a los 25 minutos, Pastor le ganó la espalda a Bruno y con un tremendo remate de media distancia, definió por encima del arquero Ponzio para decretar el 2-0.
Con esa doble ventaja, el partido dio una rápida sensación de estar finalizado. A pesar que restaban todavía 60 minutos, Defensores era muy superior e insinuaba estar más cerca de ampliar el marcador, que de algún descuento rival. De todas maneras, Atlas tuvo alguna chance en el cierre del primer tiempo como el mano a mano que Gambeta le tapó a González, pero no hubo mucho más de eso.
Para el complemento, CADU manejó el partido a su antojo y tuvo varias oportunidades para anotar el tercer gol. Un remate de Giménez y un cabezazo de Zárate fueron de las más claras. De todas maneras, esas situaciones desperdiciadas no cambiaron el rumbo del juego, ya que Atlas careció de recursos para lastimar al “celeste”. Y mucho menos cuando se quedó con un hombre de menos con la expulsión de Zone. Ahí se le acabó toda esperanza al local. Ahí, se bajó la persiana y Defensores terminó el pleito con tranquilidad y haciéndole precio a su rival. En definitiva, tuvo gran debut en la Copa donde logró muchas más cosas que pasar de ronda.

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