Defensores se sacó la presión y vuelve a soñar

Alivo, desahogo, alegría y tranquilidad. Diversas sensaciones se desataron cuando el árbitro Cristian Cernadas dio el silbatazo del final del partido. Es que Defensores Unidos se sacó una gran mochila de presión que venía arrastrando desde varios partidos en Villa Fox. El festejo que se vio por parte de De Giuli, el plantel y la gente, dejaron a las claras el valor y el peso que tenía este partido para Defensores Unidos. Más allá del sufrimiento que padeció el “celeste” en los últimos minutos, la victoria conseguida en la tarde del domingo ante Cambaceres por 2 a 1, le permitió a CADU sumar tres valiosos puntos, pero principalmente despejar todos esos fantasmas propios que venían persiguiendo a este plantel. Durante la semana pasada, ya lo había dicho el mismo Julián Amado “el rival más difícil que tenemos somos nosotros mismos”. Y eso que ratificado en esta nueva presentación en Villa Fox, ya que el equipo volvió a caer en los reiterados problemas de desesperación para atacar que viene padeciendo en los últimos cotejos en Zárate, aunque esta vez apareció Martín Mustachi para disfrazarse de salvador y dejar todos esos defectos de lado.Nuevamente CADU volvió a adaptarse al rival que tuvo enfrente. Nuevamente CADU jugó mejor ante un rival directo que también pretende pelear el campeonato, que ante uno débil como lo fue Central Córdoba. Esta vez, Defensores volvió a mostrar ráfagas de buen fútbol y juego colectivo. Por lo menos en los primeros 45 minutos, cuando Mustachi se vistió del enganche que necesita Defensores y cuando Italiani logró desequilibrar por izquierda. Es cierto que este CADU sigue padeciendo de profundidad y que por momentos carece de ideas para romper el molde que presenta el rival. Igualmente el primer tiempo ante Cambaceres, CADU jugó como lo debe hacer un equipo que pretende ser protagonista. Si bien en el arranque necesitó de la intervención de Peranic para tapar un descuido de una defensa que no se mostró tan compacta como otras veces, las ocasiones más claras fueron de CADU. Primero el remate de Martín Giménez (luego del desborde de Italiani), que el arquero Arias Navarro tapó de forma espectacular. Y luego la tardía definición de Peralta Cabrera, quién enganchó de más y terminó dejando pasar una clara chance para abrir el marcador. No obstante, CADU encontró esa apertura antes de irse al vestuario. Y eso fue gracias al infantil error que cometió Huerta, al agarrar a Amado de la camiseta y cometerle un claro penal. Cernadas no dudó y sancionó, mientras que Peralta Cabrera tampoco dudó y lo cambió por el 1-0.Una alegría merecida, pero poco duradera. Más allá que CADU se fue con la ventaja al entretiempo, la diferencia le duró sólo 7 minutos. Es que Madeo cometió una falta en la puerta del área y Badell ejecutó el tiro libre de manera perfecta, para dejar parado a Peranic y poner el 1 a 1.En ese momento, CADU pareció desmoronarse. Más allá del empate, el gol de Cambaceres le hizo resucitar los fantasmas al “celeste”. Tal es así que tras el empate, CADU fue otro. Volvió a caer en los mismos errores que había tenido en los juegos anteriores como local. Fue un equipo ambicioso, pero muy desesperado, apurado y desordenado. La imprecisión y el nerviosismo se apoderaban de los jugadores y también del cuerpo técnico, quién hizo cambios muy arriesgados (sacar Arauz y Zárate) y jugar al golpe por golpe ante un rival que no tuvo muchas ideas para aprovechar esa situación. Cambaceres parecía más ordenado para jugar los minutos finales. En cambio, iba con más empuje que con fútbol. Sin embargo, dentro de esa desesperación encontró la pierna salvadora de Mustachi para capturar una pelota que venía enredada dentro del área y definir cruzado. Así, a menos de 10 minutos para el final, CADU se ponía 2-1, desatanto la euforia en Villa Fox y resolviendo una situación que parecía tener el mismo destino que los juegos anteriores.Sobre el cierre hubo mucho sufrimiento. El visitante llenó de centro el área de un Peranic, que intentó sacar como pudo el balón. Es más en la que falló, Montenegro lo terminó salvando. CADU tuvo algunos contragolpes para liquidarlo, pero no los aprovechó. De todas maneras, eso quedó finalmente para la anécdota, ya que Defensores logró lo más importante. Ganar un partido clave y desatar ese gran desahogo que traía atragantado desde hace 4 partidos.

foto gentileza defensoresunidos.com

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